Horóscopo de Sagitario para hoy, jueves 21 de Noviembre de 2024
Características Generales del Signo Sagitario
Pertenecen a este signo las personas nacidas entre el 22 de noviembre y el 22 de diciembre.
La constelación de Sagitario, físicamente ocupa la parte central de la Vía Láctea. Es una de las constelaciones más densas de todo el sistema, además cuenta con numerosos cúmulos, nebulosas, agujeros negros y zonas muertas donde los telescopios aún no han podido llegar.
A modo de curiosidad, diremos que esta constelación fue el origen de una posible señal extraterrestre detectada en agosto de 1977, cuando el Profesor Jerry R. Ehman, investigador de la Universidad Estatal de Ohio, recibió una señal en su radio-telescopio treinta veces superior a la radiación de fondo normalmente detectada en esta constelación.
En lo que se refiere a la personalidad, diremos que Sagitario es un signo positivo. Son personas con la mente abierta a nuevas experiencias y sensaciones, también se sienten, irremediablemente, atraídos por lo desconocido.
Son personas que, en general, se muestran accesibles, honestas, simpáticas, extrovertidas y sinceras. Si bien también es cierto que un Sagitario tiene una profunda energía vital que denota un mundo interior, y una actividad interior muy desarrollada.
Se ha constatado que, según la posición solar en el momento del nacimiento del sujeto Sagitario, éste puede desarrollar una actividad psíquica inusitada. Cuando el sol atraviesa el cenit de la casa astral de Sagitario (su mismo centro), existe cierta predisposición de los nacidos en este momento a desarrollar distintas destrezas intuitivas y sensitivas.
Una cuestión, esta última que está dando mucho que hablar. Por regla general, los Sagitarios son personas hiper-sensitivas, con una capacidad inusitada en el desarrollo de alguno de sus sentidos o incluso, como ya hemos señalado, con el desarrollo de cuestiones psíquicas, adivinatorias y telequinéticas.
Son personas éticas, de un comportamiento correcto e intachable, comprometidas con causas perdidas y con cuestiones medioambientales. Un Sagitario valora cuestiones espirituales o energéticas y el pensamiento, el desarrollo de lo real a través de la percepción y de la reflexión.
Son, además, personas que dada su naturaleza, suelen seguir distintos tipos de ritos religiosos o gnósticos, no necesariamente católicos. Este hecho, además puede servirles para mejorar y perfeccionar su espíritu y la percepción de otras realidades que escapan a la vista. Son personas muy místicas, como podemos ver.
Además de intuitivo, un Sagitario puede llegar a ser un excelente guía espiritual, alguien que nos abra los ojos a otras materias y otras realidades. Son, además, muy cuidadosos, a veces en exceso, hecho que les puede llevar a ciertas manías u obsesiones.
En cuanto a cuestiones negativas, podríamos decir que un Sagitario tiene gran temperamento. En principio tiene un elevadísimo autocontrol de sí mismo y de todas sus emociones, sin embargo en determinados contextos puede perder dicho control y llegar al punto de la ira más virulenta y peligrosa para quien esta a su lado o para sí mismo. Se dice que un Sagitario guarda una ira auto-destructiva que debe saber controlar durante toda su vida.
Algunos son también personas relativamente impacientes, muy exigentes consigo mismos y con el medio y las personas que les rodea. A veces quieren cambiar el entorno y las personas que están con ellos a su imagen y semejanza, según sus propias convicciones, negándose, en algunas ocasiones, a aceptar una pluralidad de miras y de creencias.
Son, por otro lado, capaces de llegar a los más elevados sacrificios (corporales y espirituales) para lograr una meta o un objetivo, también son capaces de llevar al sacrificio a otras personas por dichas metas u objetivos, lo cual no deja de ser una cuestión delicada y relativamente peligrosa.
Gracias a su energía interior y la proyección de ésta sobre su entorno, pueden llegar a influir en el comportamiento de las personas que lo acompañan. Uno ha de tener cuidado, en este punto, si tiene relación constante con un Sagitario.
Son, además, brillantes en todo aquel trabajo que realicen. Personas perseverantes, cultas, disciplinadas y con un alto valor personal y carisma sobre el resto.
Amuletos para el Signo Sagitario
Un amuleto es un elemento propio, particular y personal el cual puede y debe aportarnos protección por un lado, reforzar aquellas cuestiones personales y actitudinales en las que nos sentimos inseguros y, por otro lado, debe servir como imán de buena energía y desarrollo personal.
Un elemento tan complejo funcionalmente puede ser relativamente fácil conseguirlo y elaborarlo, pero debemos tener cuidado con el material que utilizamos. Cada signo zodiacal requiere unos materiales distintos en función de las características astrales.
Un buen amuleto debe potenciar nuestras cualidades, protegernos contra el mal de ojo y, como ya hemos señalado, aportarnos energía en aquellos aspectos en los que no destacamos. Por lo tanto, aunque a simple vista pueda parecer simple, un amuleto es en sí mismo un objeto único y complejo por cuantas funciones puede y debe aportarnos.
En el caso del signo Sagitario, siendo una casa profundamente mística y con una proyección en el plano astral tan desarrollada, debemos optar por elementos que faciliten, por un lado, la conexión de la persona Sagitario con la realidad, un elemento que energéticamente nos “ate” a la realidad y, por otro lado que sea capaz de hacernos crecer y progresar mental y espiritualmente.
En cuanto a los minerales, podemos afirmar que los más indicados para el signo aries es la amatista, el jasped y compuestos graníticos (en este caso una pequeña piedrecita será suficiente). En los dos primeros casos, son elementos minerales conocidos como “de transición”, es decir objetos que actúan de “puente” entre el mundo espiritual y el real. Gracias a su energía y a sus propiedades, tanto la amatista como el jasped pueden vincular más a la persona con su mundo y con su realidad.
Al respecto de elemento granítico, su peculiaridad es la amalgama de elementos que componen este mineral. Ello puede aportar distintas respuestas y soluciones, tanto terrenales como en un plano superior, ante determinadas dudas de la persona Sagitario. Además, es un excelente protector contra la mala suerte y el mal de ojo.
En el campo de los metales, el estaño y la plata pueden ser dos excelentes amuletos para la persona Sagitario. Estos elementos pueden dotar de una mayor empatía con el medio, además aportar, a la persona Sagitario, razones y respuestas para determinados tipos de comportamiento y actitudes.
En el plano de los elementos vegetales, resultará excelente una talla hecha por nosotros mismos o un fragmento de madera de enebro o acacia. Ambos dos elementos, en contacto con el mundo astral y espiritual de un Sagitario pueden ser elementos que aporten nuevas capacidades y, por otro lado, hagan desarrollar distintas destrezas socializantes al trascendente centauro.
Recordamos en este punto que un amuleto debe ser siempre personalizado. El proceso de manipulación es primordial. En su composición plasmamos nuestra energía y nuestra impronta en dicho objeto.
Por otro lado, para su elaboración hay quien recomienda algún tipo de rito y la proyección de toda nuestra energía mediante el tacto hacia el objeto que estamos componiendo.
Por otra parte, si combinamos varios de estos elementos, aumentamos también su potencia y sus efectos. Otra cuestión que ayuda a un mayor desarrollo de nuestro amuleto será la elaboración de éste en noche de luna llena.
Por último, recordar que un amuleto es personal, no sirve para regalar. Siempre debemos llevarlo con nosotros, de manera visible o no. Hay incluso quien opta por convertirlo en collar o en pulsera o quien prefiere llevarlo en el bolsillo. No importa, lo verdaderamente esencial será la fe y la manera de elaboración.
Miedos y Temores de los Sagitario
Sagitario es una de las constelaciones más complejas de cuantas existen en el plano astral; ello hace que el conjunto de todos los elementos que configuran la casa de Sagitario determinen personas con una gran complejidad y una profunda y honda trascendencia.
Hemos incidido en anteriores epígrafes sobre la capacidad o capacidades intuitivas y espirituales que un Sagitario puede llegar a desarrollar. El misticismo, la profundidad de espíritu y la complejidad de su mundo interior hacen de cada Sagitario una persona distinta y especial al resto.
Es un signo independiente. Un Sagitario puede llegar a prescindir de cuanto le rodea y centrarse en planos abstractos o actividades relacionadas con el estudio o el desarrollo personal. Este es uno de los principales rasgos de Sagitario que puede provocar cierto pavor interno en el caso de su pérdida.
Uno de los principales miedos, por lo tanto, es la pérdida de dicha independencia. Apoyarse en los demás es, para un signo como el que nos ocupa, una clara merma de capacidades y actitudes. Un Sagitario puede iluminar a todo su entorno con el estudio o sus conocimientos, pero dicho brillo se volverá opaco en el caso de que determinados miedos o dudas afloren desde su interior.
Otros miedos importantes a los que debe hacer frente un Sagitario es, en muchas ocasiones, no llegar a las propias metas que se autoimponen. La personalidad de Sagitario requiere unas altas cotas de auto-exigencia y perfección.
Muchas veces son sus propios fantasmas, las metas puestas o las expectativas creadas, los peores enemigos del Sagitario.
Otras de las principales características de esta casa astral es su inteligencia. Una inteligencia que, si bien le sirve a la persona Sagitario, para crecer intelectualmente y deslumbrar, a veces también le conduce a un aislamiento y a una pérdida de contacto con la realidad. En este punto, el verdadero miedo de un Sagitario puede ser la auto-reclusión, el aislamiento social. Por regla general una personalidad como la que nos ocupa se dará cuenta de dicho estado de aislamiento cuando ya es tarde.
Es quizá por lo anterior que los Sagitario son personas, como decíamos al comienzo, muy independientes y singulares en cuanto a las relaciones con los demás o con su pareja.
En principio, la inteligencia de un Sagitario es capaz de dominar y asumir la mayoría de las fobias, no es así con cuestiones relacionadas con sus relaciones sociales o con su necesidad de independencia.
El tiempo es otro de las obsesiones de un Sagitario. Para muchos expertos, estas personas sobrevaloran el tiempo dedicado al aprendizaje y a cuestiones que guardan relación con el auto-aprendizaje o el auto-desarrollo interior. El tiempo que un Sagitario puede dedicar a estas cuestiones, lo hace en completa soledad. Nuevamente, de esta manera, emerge del interior la sensación de soledad, donde los miedos de la figura de Sagitario emergen de lo más profundo de su ser, hasta cobrar fuerza y realidad en su mente y su ánimo.
Otro de los grandes temores de un Sagitario es no estar a la altura de lo esperado (por su entorno y por él mismo). Es una persona que teme defraudar al contexto en el que se mueve (bien sea el laboral o el familiar) y también es temeroso de auto-defraudarse o no exigirse lo suficiente.
Como puede verse son muchos y muy profundos los miedos que pueden someter el ánimo de una persona del signo que nos ocupa. Un miedo profundo quizá, en muchas ocasiones, a la realidad, a lo intangible y lo invisible de distintos hechos que pueden pasar y que solo un Sagitario tiene la capacidad de sentir y de intuir.
Y es que, quizá, la propia bendición de este signo, significa también su maldición: la capacidad perceptiva , lo intuitivo y lo espiritual pueden hacer que un Sagitario pueda ver o sentir otro tipo de cuestiones o percepciones que otros no podemos. Ello, en principio, aparecerá de la mano del miedo, deberá asumirlo y controlarlo la personalidad de Sagitario.