La quimbombó es un ingrediente de cocina, pero también puede usarse como una poderosa hierba protectora contra los espíritus malignos, maldiciones u otras energías negativas.
Bañarse con quimbombó es una de las mejores maneras de protegerte.
Estos baños pueden hacerse una vez al mes, o regularmente, y mejorarán tu higiene espiritual. Antes de intentar un baño de quimbombó, primero debes ver si puedes tener una reacción alérgica al quimbombó. Pruebe esto cortando el quimbombó por la mitad y poniendo algo del líquido viscoso en el dorso de su mano
Una vez que se haya confirmado el problema de alergia, puedes preparar el baño.
El quimbombó emitirá un jugo que, en combinación con el agua, creará un mucílago. Este es un jugo viscoso que hará que todas las energías negativas y el mal desaparezcan. Para un baño de quimbombó se necesitan al menos 20 vainas de quimbombó (preferiblemente frescas), una gran palangana, y algo de agua, un tamiz y un colador.
Primero debes verter dos tazas de agua fresca en el recipiente. El siguiente paso es abrir las vainas de quimbombó con la mano. La intención principal es aplastarlas en trozos muy pequeños, los más pequeños que se puedan.
Con las manos colocadas sobre la quimbombó reza a Dios para que haga desaparecer cualquier mal que se te envíe. Después de que todas las vainas de quimbombó se rompan, debes tomarlas en tus manos y apretarlas tan fuerte como puedas, para sacar todo el jugo.
Se debe agregar agua, taza por taza mientras se obtiene el jugo. Cuando termines de agregar agua y exprimir el jugo, debes esperar unos treinta minutos junto al recipiente. Después de media hora debes sacar los trozos de quimbombó con el colador, mientras lo sostienes sobre el recipiente.
Al hacer esto, exprímelos de nuevo, para asegurarte de que todo el jugo está en el recipiente. Los trozos de quimbombó restantes no son necesarios, así que puedes tirarlos.
Pon dos velas blancas a ambos lados de la bañera, y enciéndelas. Usa tus manos para remover el agua, y esto será bastante viscoso. No te preocupes porque así es exactamente como deben ser. El siguiente paso es llevar el lavabo contigo al baño, y después de desvestirte llevarlo a la bañera.
Serán tu puerta de entrada llena de luz. Mientras estás en el baño debes rezar, diciendo el Salmo 37. Si no quieres leer el salmo, puedes rezar con tus propias palabras, para que las maldiciones que están sobre ti se rompan.
Finalmente vierte el líquido de tu cabeza a tus pies. Te sentirás incómodo, pero así es como debe hacerse. Es muy importante cubrir todo tu cuerpo con la solución, no dejes ninguna parte del cuerpo al descubierto.
Después de esto, quítese la baba con el agua de la bañera. Después de que te lo quites todo, puedes salir de la bañera, pasando por las dos velas. Durante el resto del día, mantén la calma y la relajación, y ya te sentirás mejor. No captures el agua usada, y no dejes que la baba se seque en tu piel. Deje que todo se vaya por el desagüe