La consagración te permite unir tu energía mágica a un objeto, esencialmente bendiciendo o impregnando el objeto con la voluntad de tu manifestación.
Muchos hechizos requieren que las herramientas sean consagradas después de ser limpiadas. La consagración también se equipara a bendecir un objeto con todos los elementos con fines de uso mágico y siempre debe hacerse después de la limpieza.
Hay varias maneras en las que una herramienta puede ser limpiada:
- Se puede pasar a través del humo de salvia.
- Puede ser enterrado en la tierra durante 3 días.
- Puede ser lavada usando agua pura de manantial con sal marina.
- Puede dejarse toda la noche durante la luna llena o la luna nueva.
Consagración con elementos
Una bruja practicante tiene que consagrar herramientas a los elementos ya que juegan un papel importante en sus vidas. La consagración y limpieza de las herramientas usando los elementos de las direcciones cardinales hace que las herramientas tengan los atributos asociados a las herramientas.
Durante el ritual de consagración, se requieren las siguientes herramientas:
- Plato de agua salada.
- Vela, de color claro.
- Vara de salvia.
Se establece el espacio para el ritual, se lleva a cabo una meditación o se dibuja un círculo para que la mente se aclare. Se invoca al dios y a la diosa, luego se enciende la vela y se coloca en las manos sobre el utensilio; se pasa sobre el fuego, a través del humo de salvia, y luego, el agua salada se rocía sobre ella. Se agradece al dios y a la diosa que se unan al practicante durante el proceso de consagración y se deja que la vela y la salvia se quemen.
Durante el proceso de consagración de las herramientas, uno es capaz de ganar fuerza extra y estar calmado hacia sí mismo y el trabajo, permitiendo al practicante enfocar su energía sin limitaciones. Hay opiniones variadas sobre cuál es el mejor momento para consagrar las herramientas. Sin embargo, al igual que con otros rituales, es mejor hacerlo dependiendo de las fases de la luna.
Dedicación/Presentación a Dios
Después de que las herramientas han sido limpiadas, consagradas y autorizadas, se presentan al dios y la diosa para que puedan ser utilizadas al servicio de las deidades elegidas por el practicante. Durante esta presentación, el practicante debe añadir algunas palabras que ayuden a garantizar que no se produzca ningún daño que pueda afectar a otra persona por el uso de los instrumentos.
Corresponde al usuario decidir a quién dedica las herramientas en primer lugar; si las herramientas van a ser utilizadas por un género específico, entonces tiene que ser dedicadas a la deidad específica; el señor para lo masculino y la señora para lo femenino. Para las herramientas para la fertilidad y el útero como el caldero o el cáliz, se presentarán automáticamente a la dama/diosa. El escoba y Athamé representan físicamente, por lo que serán presentados al dios primero.
Depende del practicante decidir a quién dedicar sus herramientas y, por lo tanto, no hay requisitos estándar en cuanto a lo que se supone que es la deidad que debe recibirlas antes que la otra.
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