La Ley de la Polaridad puede ser ilustrada por medio de un imán de juguete, con el que sin duda nos hemos divertido en algún momento de nuestras vidas.
¿Recuerdan esos juguetes de imán en forma de herradura de los años 60 que eran rojos y negros? Esta ley es bastante parecida a esos. Consiste en una pieza de acero doblada como la letra U, y generalmente se pinta de rojo excepto al final. Su principal característica es que puede atraer piezas de hierro o acero. Un extremo del imán de herradura, como se llama, generalmente está marcado con un rasguño para distinguirlo del otro extremo. Estos extremos se llaman Polos, el extremo marcado se llama Polo Norte, y el otro extremo Polo Sur.
Estos nombres se dan porque si un imán está suspendido por el medio, para que pueda girar libremente, el extremo Norte siempre girará hacia el Norte y el otro extremo hacia el Sur. Ahora, los Polos Norte y Sur de un imán atraerán una pieza de hierro igualmente bien, pero si ponemos un imán para atraer otro imán se comporta de forma muy diferente. Si presentamos los dos imanes el uno al otro, de modo que el polo norte de cada uno se encuentra opuesto al polo sur del otro, los encontramos mutuamente atractivos, pero si giramos uno de ellos de modo que los dos polos norte son opuestos, y los dos polos sur igualmente, entonces encontramos que se repelen. Este simple experimento nos enseña que a diferencia de los polos se atraen entre sí y como los polos se repelen, que dos positivos se repelen, como también lo harán dos negativos, pero que un positivo y un negativo se atraen entre sí.
La Ley de la Polaridad puede ser aplicada para describir a los enemigos, amigos, amantes y parejas, y cuando se aplican los dos se clasifica generalmente como: atracción y repulsión física. Atracción y repulsión mental. Mezcla armoniosa. Así como la electricidad positiva siempre fluye en la línea de menor resistencia, y la negativa en los tonos de mayor resistencia, así el amante positivo (hombre o mujer) es generalmente atraído por el amante negativo que muestra menor resistencia a los avances realizados.
El amante negativo será a menudo atraído ciegamente donde haya resistencia, superando lo que pueden parecer obstáculos extraordinarios. Esto explicará por qué se forman tantas asociaciones que le parecen indeseables a uno, cuando las asociaciones más adecuadas estaban más a mano. En la curación mental, un pensamiento positivo proyectado por el curandero se imprimirá en el paciente negativo, de forma análoga al rayo (que es una fuerza eléctrica positiva) que busca revestirse en la tierra negativa.