Una serie de creencias en la antigua África rodean al tigre. Las garras del tigre son tratadas con respeto y se cuelgan en el hogar para traer suerte.
Esta costumbre se ha extendido. Las cabezas y garras del tigre se encuentran a menudo en los palacios reales porque normalmente son presagios ocultos de gran suerte. Los reyes usaban las garras de tigre para realizar rituales con el único propósito de prepararse para la guerra. En este caso, las garras del tigre se sumergían en sangre y luego se presentaban al comandante de los carros y al señor de la guerra. Se creía que llevando a cabo este ritual, la victoria sería concedida.
La piel de tigre fue utilizada por los magos en África en el 1900 para realizar rituales que tenían el propósito de devolver la salud a los enfermos. Se creía que si una persona enferma se sentaba sobre la piel de un tigre y luego citaba las oraciones, se creía que la persona se recuperaría pronto. También se creía que el diente de un tigre tenía poderes místicos. Los dientes se usaban para ayudar a alguien a reunir valor e incluso causar miedo entre los que le rodean. En África se creía que si uno viajaba con los dientes de un tigre en el bolsillo, sería afortunado en su viaje. Los bigotes de un tigre indican veneno. Si se habla de un tigre en Japón, se supone que no tiene suerte.