¿Alguna vez se ha despertado en medio de la noche, paralizado por el miedo, con un sentimiento de horror interior indefinido, como si la quintaesencia del mal se hubiera materializado a su lado? No eres el único.
Tales experiencias llenan las crónicas del tiempo, cada una con un toque personal, pero todas ellas centradas en un elemento central y definitorio: la intuición de una presencia que solemos llamar el mal, el demonio percibido en la realidad inmediata. El sentimiento es tan fuerte y salvaje que es insoportable. El soñador busca formas de escapar, y se despierta en violentos espasmos, calmándose al darse cuenta de que sólo fue un sueño.
En su sueño puede tener
- Un demonio te asusta.
- Tenía demonios que acechaban en tu casa.
- He visto demonios oscuros o de color claro.
- Has visto un demonio macho o hembra.
- Encontró el ataque de un demonio.
- Has visto demonios que caen.
Los cambios positivos están en marcha si
- Te enfrentas a tus miedos más íntimos.
- Eres capaz de superar tu fuerte carácter.
- Puedes aceptar tu pasado y concentrarte en el futuro.
La interpretación detallada de los sueños
La interpretación de los antiguos libros de sueños es que los demonios representan una parte de nuestra personalidad que debemos superar para que nuestra vida funcione mucho mejor. Tales manifestaciones y su multitud se justifican por unas pocas teorías que aparecieron incluso desde la antigüedad. Los antiguos afirmaban que tales apariciones trataban de atraer y perturbar a aquellos con una sexualidad anormal. Las leyendas de Mesopotamia describen a Lilith, el demonio de la muerte y las enfermedades del cuerpo. Lilith aparece en los sueños eróticos de hombres y mujeres, quemando sus almas y cargándolas con pasiones inútiles.
En la Edad Media, estas apariciones eran demonios llamados íncubos y súcubos. Incubus era el demonio masculino que vagaba en los sueños de las mujeres, empujándolas hacia tendencias antinaturales desde su juventud. El súcubo era la versión femenina del demonio, que acechaba los sueños de los hombres desde temprana edad, empujándolos a tener sueños eróticos y pasiones salvajes.
Los indios algonquines creÃan que soñar con un demonio es un estado mental especial, cuando el alma se interpone entre el mundo de los muertos y el de los vivos. De aquí viene la vulnerabilidad de la gente cuando sueña con ataques de demonios.
Otra teoría afirma que aquellos que tienen espíritus inferiores, personas que han cometido actos terribles y han muerto, no encuentran su paz después de la muerte y, antes de entrar en un nuevo cuerpo para cumplir su sentencia, tratan de satisfacer su hambre demoníaca de otras maneras. Como no tienen un cuerpo, tratan de poseer uno, o incluso más fácil, atacan a los espíritus más débiles de las personas en el momento más vulnerable: en un sueño.
Las teorías modernas colocan tales manifestaciones en conexión con los eventos de la vida del soñador. Por ejemplo, los eventos negativos y los traumas durante la infancia pueden tener un efecto negativo a largo plazo, manifestándose a través de un sueño agitado y pesadillas durante la vida adulta. La criminalidad, la corrupción, la violencia física y verbal, y los desastres naturales corroborados con la incapacidad humana para detenerlos o limitarlos pueden crear estados de inquietud interior, teniendo como efecto los sueños demoníacos. El estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo, las conexiones emocionales insatisfactorias con la familia, los amigos o la pareja son factores que desencadenan apariciones demoníacas en los sueños. Los llamados sueños demoníacos aparecen en la vida de cada individuo, y su patología se puede encontrar en su frecuencia. Cualquiera que sea la causa, una mayor frecuencia de tales estados se refiere a un frágil estado psíquico-emocional y una rápida intervención es necesaria para curarlo.
Si sueñas con un demonio, esto simboliza la tentación de pensar y apreciar a las personas que te rodean, acciones irreflexivas que pueden herir, indiferencia, falta de compasión, juicio, pereza y conceptos limitados, egoísmo exacerbado y orgullo que no te hace ningún bien, lucha interna con traumas de la infancia o sentimiento de falta de afecto de los padres y seres queridos.
Un demonio en tu sueño se refiere a una posible indigencia, a eventos desagradables en el lugar de trabajo, a un deseo de hacer algo más en tu vida despierta, al descontento con respecto a tu carrera, a la pérdida, al deseo de liberarte de demasiadas responsabilidades, a la toma de decisiones por ti mismo con respecto a tu vida privada, y a la necesidad de adaptarte a cualquier situación, incluso a la más difícil.
Los psicólogos de los sueños creen que los demonios representan nuestro miedo más profundo. Si los demonios son de color oscuro, generalmente indica que se está sintiendo algún tipo de depresión. Si los demonios son de color claro, es un sueño feliz. Los demonios y los espíritus naturales están diseñados para socavar a los seres humanos. Si sueñas que los demonios están relacionados con la caída, esto demuestra la tentación en el futuro.
Para darle más claridad, aquí hay un pasaje de Fyodor Dostoievski en 1880 de los hermanos Karamazov:
«A veces sueño con demonios. Es de noche, en mi habitación hay demonios por todas partes, en todos los rincones y bajo la mesa, y abren las puertas, y detrás de las puertas de la multitud ellos, y todos quieren entrar y apoderarse de mí»
Sentimientos que puedes haber encontrado durante un sueño de un demonio
Miedo. Confundido. Sola. Controlado. Salvaje. Embrujada. Paralizada.
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